​Trump en sus primeros 100 días: de pilar de Occidente a aliado poco confiable.

En los primeros 100 días de su segundo mandato, el presidente Donald Trump ha transformado radicalmente la política exterior de Estados Unidos, generando incertidumbre entre sus aliados tradicionales y alterando el orden global establecido desde la Segunda Guerra Mundial. Su enfoque de "América Primero" ha debilitado alianzas históricas, como la OTAN, y ha provocado tensiones comerciales con socios clave. 

Una de las decisiones más controvertidas ha sido la suspensión de toda ayuda militar a Ucrania en marzo, lo que ha dejado al país en una posición vulnerable frente a la agresión rusa. Esta medida ha sido percibida por los aliados europeos como una señal de que Estados Unidos ya no es un socio confiable, lo que ha llevado a la Unión Europea a anunciar un plan de 840.000 millones de dólares para reforzar su propia defensa .​ 

Además, Trump ha impuesto aranceles generalizados que han desencadenado guerras comerciales, afectando la economía global y provocando una caída en la confianza del consumidor estadounidense a su nivel más bajo en cinco años. Estas políticas han sido criticadas por aliados y adversarios por igual, y han llevado a algunos países a reconsiderar sus relaciones comerciales y de defensa con Estados Unidos. 

En el ámbito diplomático, Trump ha optado por una estrategia unilateral, nombrando a emisarios personales sin experiencia diplomática para negociar con líderes como Vladimir Putin y autoridades iraníes. Esta táctica ha sido vista como una erosión de las instituciones tradicionales de política exterior de Estados Unidos, como el Departamento de Estado y el Pentágono.​ 

Las relaciones con Canadá también se han deteriorado, especialmente después de que Trump sugiriera la anexión del país como el 51º estado de la unión. Estas declaraciones han generado indignación y han influido en la política interna canadiense, contribuyendo a la elección de Mark Carney como primer ministro, quien se presentó como una alternativa al populismo trumpista.​ 

En Medio Oriente, Trump ha adoptado una postura pro-Israel sin precedentes, prometiendo apoyo incondicional en el conflicto de Gaza y amenazando con deportar a manifestantes pro-palestinos. Estas acciones han exacerbado las tensiones en la región y han sido criticadas por organizaciones de derechos humanos.​ 

La política hacia Asia también ha sido objeto de controversia, con Trump cuestionando el compromiso de Estados Unidos con la defensa de Taiwán y sugiriendo la retirada de tropas de Corea del Sur si no aumentan su contribución financiera. Estas declaraciones han generado preocupación entre los aliados asiáticos y han sido interpretadas como una señal de debilitamiento del compromiso estadounidense en la región.