La parte humana entre el empleador y el inmigrante haitiano.
La parte humana entre el empleador y el inmigrante haitiano.
Por Ramón Antonio Veras
15 de Mayo 2025
Imagen creada por IA.
1.- En cualquier lugar del planeta tierra en el cual la mano de obra extranjera es necesaria en diferentes áreas de la economía, la presencia del trabajador inmigrante es aceptada con la mayor normalidad.
2.- El nacional de un país de escaso desarrollo se mueve hacia otro más avanzado para, en condición de inmigrante, vender su fuerza de trabajo a cambio de un salario.
3.- La economía dominicana depende de la mano de obra haitiana en diferentes sectores productivos, lo que se comprueba cada vez más y se hace sumamente notorio.
4.- Lo más normal sería que el empresariado dominicano tuviera sin dificultad, a su disposición y alcance, la cantidad de trabajadores inmigrantes de los cuales precisa en su centro de producción.
5.- Pero ocurre que en la República Dominicana, el fenómeno migratorio haitiano tiene componentes que no están presentes en las migraciones de otros países receptores de trabajadores extranjeros.
6.- Para amplios sectores de la sociedad dominicana, el inmigrante haitiano es un intruso que se ha metido en el territorio nacional sin ningún derecho ni motivo legítimo para estar aquí.
7.- El color negro de la piel del haitiano inmigrante sirve como argumento a los que se creen exclusivamente blancos. El racismo está como parte adversa de ese que está aquí al servicio de patronos y empleadores.
8.- Para muchos de los nuestros, el haitiano inmigrante es un estorbo social que vino a estar de impertinente, fuera de buenos propósitos, a deprimir el salario y a contaminar la pura raza dominicana.
9.- A la gente del pueblo dominicano llano le han formado la falsa idea de que el haitiano que está en el país ejecutando distintas labores es algo desagradable, repugnante, un asco.
10.- En la actualidad, el inmigrante haitiano está en condiciones de negociar bien su contrato de trabajo frente a sus empleadores.
11.- Como el gobierno dominicano ha lanzado una feroz persecución contra los trabajadores haitianos, los empleadores se han dado cuenta de que ese haitiano, ahora ausente, es determinante para la producción.
12.- Los sectores de la construcción, los bananeros, ganaderos, industriales, hoy afectados por la ausencia de la mano de obra haitiana, deben prepararse para negociar dignamente con sus posibles trabajadores.
13.- Los prejuicios de todo tipo contra el inmigrante haitiano no deben ser motivo para no pagarle lo justo por el trabajo realizado. Debe humanizarse el salario del inmigrante.
14.- Cualquier manifestación de odio, discriminación o desconocimiento de la plena dignidad va contra la valoración positiva del ser humano.
15.- Las relaciones laborales que se establecen entre el empleador nativo y el inmigrante haitiano descansan en la prestación de un servicio y el pago de un salario como contrapartida. Para nada cuenta la nacionalidad del patrono ni el color de la piel del obrero.
16.- El inmigrante haitiano debe ser tratado por dominicanas y dominicanos con el merecimiento de que es acreedor por formar parte de la especie humana.
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